jueves, 15 de abril de 2010

caaaalleejeerooo de Nueva York: Capítulo 7




Palabrejas como washtub bass o skiffe y un "no parar" de mover el esqueleto...




Palabrejas que se le vienen a uno a la cabeza y otras que en su vida ha oído pero las necesita. Ya ni me acuerdo cómo nos las apañaríamos antes sin internet… Ahora tú tecleas cualquier burrada que te suene “parecido” a lo que quieres buscar y al final lo encuentras… La información volcada en internet es de tal calibre, es tan internacional, que seguro que se encuentra la solución al problema que te tiene ahí inquieto (otra cosa es la calidad de esa información pero de eso hablamos otro día...). Antes yo me acuerdo de los “diccionarios ideológicos”, unos aparatejos con hojas de papel (válgame Dios, hojas de papel!! Por aquí por NYC la gente ya usa bastante el e-book, ojo al dato) que te ayudaban a buscar una palabra que no te salía a partir de conceptos relacionados. Como un diccionario normal pero al revés, más o menos.
El caso es que estando en uno de los bares más interesantes de toda NYC, el Moto, en Brooklyn, por supuesto, nos quedamos estupefactos ante ese instrumento compuesto por un palo de madera como de fregona pegado por su base a una caja también de madera y por el otro extremo, el superior, le salía una cuerda que terminaba en otra punta de la caja de su base… Véanse fotos para aclarar esto que no aclaro bien con palabras… Nos dimos cuenta que las notas salían gracias a la posición del palo en el espacio… Una maravilla. El caso es que a mí lo primero que se me venía a la cabeza eran aquellas fotos de John Lennon tocando con The Quarrymen (esta palabreja sí que seguía en un sitio accesible de mi cerebro, un hilito donde agarrarse para buscar desesperadamente el resto... ), el grupo que formó con sus amigos cuando apenas tenía 13 o 14 años y al cual luego se añadió P. McCartney porque el tío debía tocar la guitarra que daba miedo… Se veían en esas fotos, al fondo, a un chaval tocando ese cacharro como bajo. Era lo más barato para tener una línea de bajo en un grupo, algo indispensable para unos tíos tan profesionales como aquellos enanos. El caso es que a esa altura buscaba yo otra palabra más en mi cabeza… ¿Cómo se llamaban esos grupos? Es decir, había una palabra para ese tipo de música inglesa en el cual usaban ese tipo de instrumento del cual también buscaba su nombre… En fin, que uno se pone a hacer el bruto en internet poniendo “bass stick rope” o “john lennon stick music” o “stick with soga” o “cuerda-palo bajo…” hasta que aparecen las palabras que uno busca. “Tea chest bass” y "skiffe bands"… ¡Ahora! Y hay mil trescientas fotos y la wikipedia, aunque sea en inglés, te cuenta hasta los últimos detalles de cada cosa… ¿Es o no impagable esa forma de conexión mundial? Hombre, el diccionario ideológico era muy romántico pero esto gana por goleada… Pues eso, que el instrumento en cuestión se llama nada más y nada menos que tea chest bass, que es lo mismo que el bajo construido con una caja de té… En realidad no es su único nombre porque depende de lo que uses en la base como caja de resonancia. Si usas una especie de “palangana de latón” se llama el washtub bass (el original americano, según lo leído en internet, es este vocablo). En otros sitios lo llaman bush bass o barrel bass… Y lo de skiffe pues es esa música folk, es decir, del pueblo más profundo, que se hace con ese y otros instrumentos como el banjo y cosas más raras como peines, latas vacías y otros cacharros caseros… Ahora ya tengo las palabras...


Después de asistir a ese espectáculo sacado de otro tiempo en el Moto (si venís a la ciudad no podéis dejar de pasar por ahí), hemos podido disfrutar de otros grupos de skiffe por NYC, incluso al aire libre en Washinton Square (unos tíos de la Universidad que tocaban con banjo, washtub bass, clarinete, latas y cascabeles y una chica haciendo claqué a su lado… brutal!).
Y todo esto para contaros que esta ciudad tiene música en cada esquina, en los grupos a capela del metro y de la puerta del Metropolitan Museum, en cada bar como os he contado ya en mil ocasiones, en cada parque (puedes ver una batería montada en medio de Union Square o en cualquier calle de Central Park)… Todo esto sin tener tiempo ni espacio para contaros la que liaron los Black Rebel Motorcycle Club en Webster Hall el otro día (otra vez esa sala con tantos fantasmas de buen rollo dentro. A Inés le encantó, claro está...) o la visita de doña Inés y yo a lo que queda del mítico CGCB, ahora una tienda del diseñador Varvatos que mantiene paredes y el escenario originales rodeados de camisetas de algodón a casi 200 dólares… Algún escupitajo de Joey Ramone quedará todavía por ahí... Por no contaros el marrón que me espera en el aeropuerto en unos días para pasar la tonelada de vinilos que me he comprado… ¡¡¡a nivel de contrabandista!!! Si es que aquí no se para de mover la pierna al son de la música aunque uno no sé esté ni dando cuenta… Qué maravilla…




pies de fotos: John Lennon con los "hombres de las canteras", al fondo el coleguita del barrio que tocaba el tea chest bass... qué arte. El de la izda, barbilampiño, es McCartney... fite tú... La segunda foto, el washtub bass con un negro al lao... ritmo asegurao!!

1 comentario:

  1. pero cómo es la cosa? que todavía siguen tocando los grupos de folk ese aparato a base de fregonas y cajas de te??, baratito sí le sale

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